Muchas veces cometemos el error de confundir las columnas, las entrevistas, las crónicas, las adaptaciones teatrales, etc. A continuación se explicará y resumirá brevemente los conceptos de los diferentes géneros existentes:
- La columna: es un determinado numero de líneas o caracteres donde un escritor expone sus puntos de vista acerca de lo que ve. El mejor columnista es aquel que logra combinar información, humor y punto de vista. Una columna no es un artículo cualquiera, es una construcción que debe estar formada por: claridad de exposición, sentido de orientación en el juicio y sobre todo, construir materia de interés En general, el columnista no ofrece una información, sino que, subraya la información, se nutre de ella para conducir al lector en el plano de su pensamiento y ese emplazamiento ha de sencillo, didáctico. El columnista no adoctrina, simplemente, describe con la intención de subrayar, lo debe hacer la exhibición de sus conocimientos, por lo tanto, de sus propias referencias de cultura.
- La entrevista: Hay entrevistadores que "quieren entender" a sus entrevistados, que se esfuerzan en atisbar sus interiores, en deducir cuál es la fórmula íntima del interlocutor, el garabato esencial de su comportamiento y su carácter y en esto, en el afán de comprender y de saber, el periodista es como el novelista que, al desarrollar sus personajes, está explorando los extremos de ser e intentando desentrañar el secreto del mundo. Y es que el periodista va a saber, no a enseñar. Va a preguntar, no a adoctrinar. Va a tratar de mostrar curiosidad aunque ya sepa.
- La crónica: es el género de los géneros. Parte de un hecho que el periodista combina con detalles que no son necesariamente pertinentes en una noticia pura y dura. Se basa en lo que se ve, en lo que se colige hablando con personas que hayan tenido que ver con el suceso, acepta y requiere una fórmula expresamente literaria, y combina todo tipo de géneros. Una crónica no es una noticia, es un relato y, como tal, su presentación ha de ser libérrima, a condición de que el lector se sienta de inmediato concernido.
- La noticia: La noticia en estado puro viene dada siempre por un acontecimiento sorprendente, estremecedor, paradójico o trascendental y, sobre todo, reciente. Una noticia, sin embargo, puede carecer de algunas de estas características y ser digna igualmente de publicación. Pero irá perdiendo más fuerza en cuanto se aleje de estas premisas.
- La opinión: La opinión es libre. Parte de una convicción expresada por una persona no necesariamente perteneciente a la redacción de un periódico. Y tiene como objeto valorar una situación, un hecho, unas declaraciones. La opinión pues, ha de estar basada en hechos verificables, debe ser dicha con el debido respeto a los otros y a la realidad.
- La editorial: es la esencia de lo que piensa un periódico; y no necesariamente expresa lo que cree su redacción; no se puede escribir asamblariamente, es tan solo el pulso de la actualidad pasado por las convicciones del medio, acrisoladas a partir de una largo debate que parte de sus fundamentos.
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